Pappardelles Emplatados |
Después de presenciar un apartado con criollos (cosa que deleite por primera vez), un paseo por los puestos regionales me llevaron a encontrarme con el puestito de las Heras y sus corazones de alcaucil.
Enamorado de esa conserva me quedé pensando en que puede salir bueno. Llegando al martes, se prendió la lamparita. Pappardelle verdes salteados con los corazones... y que más? Bueno, tomate cherry parecería que va bien, aja y además? querés más?, bueno que tal si le sumamos el jamón crudo... perfecto, pero no le estaría faltando algo para redondear los colores? OK, sumamos cebollas moradas y paramos acá!!!
Mensaje al grupo de whatsapp, pasando el menú al cónclave. Veredicto: Aprobado por mayoría simple.
Llegada la tarde, llegando a lo que iba ser el altar de la cocina, compramos los ingredientes que nos faltaban en la verdulería de abajo.
Con todos los ingredientes ya comprados y siendo temprano, decidí salir a correr un rato.
Ya cuando estaba llegando a mi morada (con sed y hambre!!!) mi amigo Gino ya estaba esperando impaciente abajo.
Subimos, baño de por medio para mí y para las espinacas. Ya salido del baño, las espinacas, la harina y los huevos tenían una misión, me les acerque y les dije: "Hoy se convierten en Pappardelles". Así que mientras el sonido del descorche de un Pinot anunciaba la largada, comencé a amasar sumando a los ingredientes la cucharada de sal.
Una vez que la masa esta linda, formé 4 bollos que pasarían por la pasta linda (la maquinita para terminar de amasar la pasta), pasaron todos menos el último nivel, siempre incorporado algo de harina para que no se pegue la masa. Ahhh porque yo la dejo un poquito húmeda, el resto de la harina la incorpora en este amasado final.
Una vez que las masas estaban listas, con un cuchillo, cortamos los pappardelles de aproximadamente 1.5 cm de ancho.
Con el segundo vaso en la mano, cortamos los ingredientes que iban a formar parte del salteado, y ya que estamos le agregué 3 dientes de ajo... no pude con mi genio.
Una que la pasta estaba seca y el estómago gruñía cual león, arrancamos el salteado en aceite de oliva ya caliente, en el siguiente órden. Cebolla morada y ajos (más paprika) hasta que esté un poco transparente, de ahí los tomate cherry, los corazones de alcauciles y el jamón crudo.
Ya no quedaba más que poner la pasta en el agua que estaba hirviendo ya hace un rato. Cuando estaban al dente, pasaron rápidamente por el colador y juntarse con el salteado para que los sabores se junten.
De ahí sin paradas al plato y disfrutarlos junto con lo que quedaba del Pinot.
Enamorado de esa conserva me quedé pensando en que puede salir bueno. Llegando al martes, se prendió la lamparita. Pappardelle verdes salteados con los corazones... y que más? Bueno, tomate cherry parecería que va bien, aja y además? querés más?, bueno que tal si le sumamos el jamón crudo... perfecto, pero no le estaría faltando algo para redondear los colores? OK, sumamos cebollas moradas y paramos acá!!!
Mensaje al grupo de whatsapp, pasando el menú al cónclave. Veredicto: Aprobado por mayoría simple.
Llegada la tarde, llegando a lo que iba ser el altar de la cocina, compramos los ingredientes que nos faltaban en la verdulería de abajo.
Con todos los ingredientes ya comprados y siendo temprano, decidí salir a correr un rato.
Ya cuando estaba llegando a mi morada (con sed y hambre!!!) mi amigo Gino ya estaba esperando impaciente abajo.
Una vez que la masa esta linda, formé 4 bollos que pasarían por la pasta linda (la maquinita para terminar de amasar la pasta), pasaron todos menos el último nivel, siempre incorporado algo de harina para que no se pegue la masa. Ahhh porque yo la dejo un poquito húmeda, el resto de la harina la incorpora en este amasado final.
Una vez que las masas estaban listas, con un cuchillo, cortamos los pappardelles de aproximadamente 1.5 cm de ancho.
Con el segundo vaso en la mano, cortamos los ingredientes que iban a formar parte del salteado, y ya que estamos le agregué 3 dientes de ajo... no pude con mi genio.
Una que la pasta estaba seca y el estómago gruñía cual león, arrancamos el salteado en aceite de oliva ya caliente, en el siguiente órden. Cebolla morada y ajos (más paprika) hasta que esté un poco transparente, de ahí los tomate cherry, los corazones de alcauciles y el jamón crudo.
Ya no quedaba más que poner la pasta en el agua que estaba hirviendo ya hace un rato. Cuando estaban al dente, pasaron rápidamente por el colador y juntarse con el salteado para que los sabores se junten.
De ahí sin paradas al plato y disfrutarlos junto con lo que quedaba del Pinot.
Ingredientes de la Receta
Harina 0000 - 400 gr
Huevo - 3 Unidades
Espinaca - 1/4 atado
Sal - 1 cucharada
Jamón crudo - 50 gr
Corazones de alcauciles - 5 unidades
Cebolla morada - 1 unidad chica
Tomate cherry - 150 gr
Dientes de ajo - 3 unidades
Aceite de Oliva - a gusto
Paprika Ahumada - a gusto
Paprika Ahumada - a gusto
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