Thursday, October 8, 2015

Gnocchis Rellenos de Muzarella Ahumada - El Debate Multi-Salsa

Si hay una cosa que un descendiente de italianos (1/4 de sangre que empuja como un 100%) le gusta cocinar para hacer alarde de su ascendencia es la pasta. Lo primero que se viene a la mente cuando hablamos de pastas pueden ser los tagliarinis, fettuccines o raviolis, pero resulta que se estaba haciendo fin de mes, y aunque no era exactamente 29, había ganas de comer gnocchis, o en mero criollo ñoquis.

No recuerdo bien si era un Martes o Miércoles, pero lo que importa es que ese día, los comensales estaban temprano en casa, con lo cual me acompañaron a hacer las compras. De camino al supermercado vimos una casa de pastas y unos de los chicos, puede ser que haya sido Mario, se le ocurre la siguiente mejora al menú: Y si en vez de los tradicionales, hacemos gnocchis rellenos?.

Yo lo miré perplejo, pensaba que me estaba gastando así que respondí con una gastada, pero al segundo vi que era cierto, Gino se sumó al debate y entre los 2 me mostraron (con palabras) que los gnocchis de ese estilo eran como una pelotita donde en el centro estaba el relleno y que el clásico era de muzzarella. Challenge Accepted.

Ya para esa altura estábamos dentro del super, pasamos por la góndola de los quesos y mientras unos de los chicos se propiciaba a manotear el queso, justo 2 estantes por encima, estaba EL RELLENO. Muzzarella ahumada, la mire, nos miramos, fue instantáneo, la agarré, se las mostré al séquito y se escuchó un Sssiiiii terrible!!! es más con una salsa de hongos y verdeo va a quedar de 10. Mario puso cara de no estar convencido de la opción de la salsa y agregó: A mí me cae el mail el verdeo, yo quiero salsa roja. Para lo que para muchos puede ser una estupidez, para nosotros en ese momento, tener que decidir entre las 2 salsas era parecido a un debate sobre el cambio climático en Naciones Unidas.

El debate, con exposición de todas las partes involucradas, continuó durante todo el trayecto desde la góndola donde estábamos hasta la verdulería. Ya cuando llegamos al final del recorrido, la decisión final fue salomónica. Chau hacemos las 2 salsas y fue. Cargamos los ingredientes necesarios al chango, a la fila y de vuelta a casa, había que cocinar charlar y degustar. La noche recién arrancaba.

Ya en la cocina, el proceso para hacer los gnocchis arrancó de la misma manera que los tradicionales, poniendo a hervir la papa. Es más, todos los pasos de la elaboración de la masa son idénticos a los tradicionales, la diferencia iba a radicar en la formación de cada ítem a partir de esta. Ya cuando los huevos, la harina y las 3 cucharadas de sal habían hecho del puré una pasta, pasé a armar cada gnocchi. Tengo que reconocer que armar el primero no tardó tanto como esperaba, resulto que era muy fácil. No era más que poner en la mano enharinada, la masa chata, colocar en el centro el cuadradito de queso previamente cortado por el asistente de cocina de turno, cerrar el puño para cubrir el relleno y luego hacer con las 2 manos los movimientos circulares que no enseñaron en el jardín de infante para hacer bollitos de plastilina, en este caso para hacer el bollito que resultaría ser el gnocchi relleno.

Si bien el proceso de hacer uno es fácil, hacer toda la tanda lleva tiempo. Por eso se aprovechó este tiempo para que entre las charlas, los que se ofrecieron a ayudar, tomaran el trabajo de cortar todos los ingredientes de lo que iban a ser las dos salsas.

Cuando estaba a punto de terminar con la tanta, se puso a calentar el agua para hervir la pasta. Un rato antes de tirarlos a nadar, en la sartén honda de la derecha, los hongos y el verdeo se contraban con la manteca y en la de la izquierda, la cebolla y el morrón chillaban con el oliva. Esa no fue la única diferencia entre las 2 sartenes. Una luego una recibió un baño de crema y la otra el tomate triturado que se cocinaría para dar forma final a la salsa roja.

Para cuando las salsas estaban casi listas, los gnocchis ya estaban casi cocidos. Cabe destacar que el proceso de cocción dura un poco más ya que son más gruesos y lleva más tiempo que toda la masa se cueza.

Cuando la pasta estuvo lista, se volvió a repasar que comensal iba con que salsa, se emplató, se llevó el queso a la mesa y voilà, ya solo quedaba disfrutar de la comida y dejar como un recuerdo el debate multi-salsa en el supermercado.

Ingredientes de la Receta


Papa - 1 Kg
Huevos - 3 unidades
Harina - 400 gr
Muzzarella Ahumada - 200 gr
Sal - 3 cucharadas
Champignones - 10 unidades
Verdeo - un atado
Crema - 250 cm3
Cebolla - 2 unidad
Morrón Colorado - 1/2 unidad
Tomate triturado - 500 cm3.
Pimienta - a gusto

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