Thursday, December 17, 2015

Ensalada Cesar con Pollo - El rejunte

Para mí la ensalada césar con pollo, le gana fair and square a cualquier otra ensalada, tanto que por ahí la elevaría al nivel de plato gourmet. Una vez que queda establecido lo mucho que me gusta, entender el porque de las cosas que llevaron a preparar este plato por enésima vez serán más claras.

Si bien, todos los elementos que lleva la ensalada son conocidos, al que no se le presta mucha atención, pero es clave es el croûton. La forma fácil de “hacerlos” es comprar unas tostaditas hechas, o cortar una pre-hechas (no es estrictamente un croûton, pero sirve al propósito). Estas opciones tienen el problema que se humedecen muy rápido en contacto con el aderezo. Para que quede de 10, la clave es hacerlos en el momento de la preparación. Por ese motivo, la última vez que estaba haciendo unos sándwiches de atún en pan baguette (otra historia), le corte las puntas (las mas duras) y los congelé para que queden a la espera de la ensalada. 

Como ya mencioné, lo mejor es hacerlos justo a la hora de la preparación, por lo tanto el resto de los elementos ya deberían estar listos antes de comenzar para que todo se junte de maravilla. 

La segunda parte en nivel de complicación es el pollo. Como hacer una pechuga a la plancha parece demasiado para después terminar en una ensalada, un hábito que tengo es guardar en el freezer porciones de comidas anteriores para utilizarlas luego en la ensalada. Este fue el caso de la media pechuga con ala que la había reservado de un pollo al horno con papas de unas semanas atrás. Una vez descongelada la porción es buena costumbre desmechar toda la carne rescatada, le da mejor textura y sabor.

Una vez que el pollo esta listo, quedaba cortar la lechuga en juliana, pero bien finita, la capuchina te permite hacer lo mismo que el repollo, que es ir cortando casi al ras cada una de la tiritas, así que así lo hice. 

Ya estaba casi todo listo, así que era por fin el turno de los croûtones. Para arrancar, corte el pan en pequeños cuadrados partiendo primero a la mitad, pasando por 3  tiras en cada una de ellas y luego llegando a su forma final. En una sartén con aceite de oliva (un poco más que cuando se dora la cebolla) volqué los pancitos, los espolvoree con paprika y ají para darles un gustito extra. los pancitos van a absorber la aceite, con lo cual hay que comenzar a moverlos desde el principio, continuar estos movimientos propios del salteado hasta que se comencé a dorar y queden apenas tostados. Sacar y pasar por una servilleta de papel para secar el excedente del aceite.

Mezclar todo en un bowl, agregar el aderezo cesar (esto si lo compro hecho) y cuando esta todo listo, emplatar y encima pasar el queso por rallador y generando unas hebras de tamaño grande. Ya esta todo listo, solo queda disfrutar del plato veraniego.


Ingredientes de la Receta


Media Pechuga con ala - 1 porción
Lechuga Capuchina - media planta
Pan Baguette - cuarta parte
Paprika Ahumada - a gusto
Ají Triturado - a gusto
Queso Sardo - 50 gr
Aderezo Cesar - a gusto

Thursday, December 3, 2015

Lomo Bridado con Panceta acompañado de Ñoquis Bravos - La Visita de Lean y Pau


Lean y Pau habían puesto en papel el compromiso que ya se habían hecho hace un tiempo y yo les había prometido una cena en honor a eso. Además existía un condimento especial, Lean había terminado de restaurar un molinillo de café que me iba a regalar para usar como pimentero. 

Dado que esas dos condiciones estaban cumplidas como un producto boolneano, era hora de planear la cena. Tarde un santiamén en pensar el menú (que no fue comunicado a los agasajados), faltaba el día. Quedamos para un martes.

Ya llegado el día, marche al super para hacer las compras pertinentes. Fui a la carnicería y pedí un ojo de bife, obtuve un ni ojo de bife ni bife de chorizo. Mire el resto del mostrador y le pedí un lomo, ya fue. Para completar lo que iba a ser el principal necesitaba de panceta feteada. En las góndolas de fiambres había de todo menos panceta cortada a máquina. Mire el resto de las opciones y me lleve un pedazo de panceta ahumado en trozo. Vamos a ver qué tan afilado está el cuchillo. En la verdulería cargue una cebolla, dos papas y un repollo (para usar como alternativa si el filo del cuchillo me jugaba una mala pasada). Listo, agarre un botellita chica de tomate triturado y directo a la caja. Por suerte esta vez elegí bien y no me comí la cola eterna.

Ya en casa puse a hervir las papas y esperé a los invitados para condimentar  el lomo. Sin embargo era hora de probar si podía fetear la panceta. Como era de esperarse el cuchillo bien afilado no me falló y salieron unas tiras hermosas. Listo, el repollo a la heladera y será parte de otro menú. 

Llegaron los invitados, un merlot y una sidra importada. Y además también llegó el pimentero. 

Después de abrazos y besos, era hora de condimentar la carne. Prendí el horno para que se precaliente y arranque a estrenar el presente con unos granos de pimienta jamaiquina. Una vez salpimentado el lomo, pase a bridarlo y coloqué debajo de cada vuelta la fetas de panceta. Un poco de aceite a una bandeja y al horno.


Una vez que pasaron los cuarenta minutos que las papas estaban en el agua hirviendo, las saque, las pele y las comencé a pisar en bowl. Les agregué los huevos y harina. Con ayuda de una cuhcara de madera los mezcle bien junto con la sal y la nuez moscada. Lean y Pau a esta altura miraban y aunque no me lo preguntaban se notaba que se estaban comiendo la cabeza pensando qué onda con las papas? Para que serán; Bomba de papa, Croquetas… nunca se imaginaron el verdadero destino. Espolvoreé la mesa con un poco más de harina y comencé a amasar unos ñoquis.


Para cuando estaban todos tendidos, me puse a picar la cebolla, seguido trituré unos chiles chipotle en escabeche. Salteé la cebolla, pum, encima la salsa de tomate y para completarla los ajíes. Ya estaba todo tomando forma. Una vez que se había cocido todo, deje descansando la salsa. Ahora quedaba nomás esperar disfrutando del vinito.

Ya cuando se estaba haciendo la hora de sacar la carne los ñoquis fueron a bañarse a la olla, la salsa a calentarse a fuego mínimo y los chicos a poner la mesa. Cuando la pasta estaba en su punto, afuera salió el lomo. Porciones generosas de medallones de lomo respetando las líneas marcadas por la panceta fueron el principal. El acompañamiento, los ñoquis con salsa brava recién  colados. Todo listo solo quedaba disfrutar del plato.

Ingredientes de la Receta


Lomo - 1 kg.
Panceta ahumada - 150 gr.
Papas - 2 unidades grandes
Huevos - 2 unidades
Harina - 200 gr.
Sal - a gusto
Pimienta - a gusto
Salsa de tomate - 500 cm3
Cebolla - 1 unidad
Ajíes Chipotle  en Escabeche - 100 gr. 

Thursday, November 26, 2015

Burrito Criollo de Bondiola - Experimento con Base Mexicana

Ya se estaban cumpliendo más de tres meses desde que había comprado la salsa verde para hacer alguna comida con sabor mexicano, pero la oportunidad no se daba. Después de muchas idas y vueltas, se abrió la posibilidad de hacerlo. Habíamos quedado con mi amigo Eric en juntarnos a comer y me dijo, cocinate algo, sorprendeme. Como con él incursionamos juntos en la comida mexicana y picante, me pareció ideal hacer la receta.

El día anterior al evento ya había comprado todo, no esta seguro de poder contar con todo el tiempo para hacerlo el día del evento. Como daba por sentado el encuentro deje la bondiola en la heladera total al otro día iba a tocar el horno, así que no había riesgo. Lo cierto es que al otro día un imponderable hizo que no pudiéramos juntarnos y transpirar al sabor de la comida azteca. Así que como la bondiola estaba ahí ya la cocine a fuego medio una horita rociándola con limón, espere que se enfríe y al freezer, ese día no era el adecuado pero la suerte de la carne y la salsa estaba echada.

A la semana, teníamos fecha de Copa Sudamericana en la casa de Gino, así cuando hablamos del menú, yo propuse y dispuse de hacer la receta mexicana. Gino no tuvo quejas, lo único que pregunto era que faltaba comprar: 2 masas de tartas criolla chicas, lechuga y cebolla morada. Para qué la masa de tarta? Despreocúpate, vas a ver lo bueno que queda lo que tengo en la cabeza.

Faltando un par de horas para el partido, me dirigí con el resto de lo ingredientes, más la mini-pimer al recinto cabulero. Mientras transitaba el primer tiempo, corte la cebolla, una mitas de ella en brunoise (en cuadraditos) para el guacamole y la otra mitad más otra entera para el relleno; corte le cebolla de verdeo para que ya este lista y los tomates en cuñas. A la bondiola, con toda la paciencia, la corte en hebras, desmechándola usando un cuchillo serrucho.

A la mini-pimer fueron a parar medio tomate, las paltas, un poco del verdeo, un gajo de limón exprimido, la mostaza, sal, pimienta triturada, un toque de salsa Tabasco y que comience el mix!!! Ya terminada, fue a un tapper mezclada con la cebolla y listo. Una belleza.

Terminado el partido, era hora de hacer el relleno, así que a una sartén fueron a parar con un poco de aceite de oliva las cebollas, cuando estaban doradas las acompañaron las hebras de bondiola y el resto de los tomates cortados. Al salto, toda la botella de la salsa verde las baño, un poco de sal y listo no hacía falta más condimento, solo agregar la cebolla de verdeo a la mitad de la reducción. Mientras se desvanecía la salsa, empezamos a salivar como el perro de Pavlov con el aroma que emanaba ese relleno.

Ya faltando un par de minutos para tener el relleno listo, los cuatro dientes de ajo bien picados junto con la manteca fueron al microondas unos 5 minutos a potencia baja. Todo listo. Sacamos las masas de tarta de la heladera, un poco de harina encima y palote para estirarlas un poco. Cuando el relleno estaba bastante frío, a la primera tapa fue a parar un cuarto del mismo. Cerré el primer "Burrito" envolviéndolo como un regalo, lo puse en la asadera y Gino me dice: Y el queso??? fuck!!!. Desarme cuidadosamente, adentro el queso y volver a cerrar. Cuando los 4 burritos estaban cerrados, un par de pinceladas de manteca con ajo y al horno.

Mientras mirábamos detenidamente el horno, Gino cortó la lechuga en juliana. Cuando salió el burrito, una manito más de manteca para acentuar el sabor. Ya estaba todo listo, faltaba emplatar, condimentar la lechuga con un par de gotas de tabasco y abrir la cerveza para el meridaje.

Ingredientes de la Receta


Bondiola - 1 kg.
Limón - 1 unidad
Cebolla Morada - 2 unidades
Salsa Verde - 250 cm3
Tomate - 3 unidades
Cebolla de Verdeo - 2 unidades
Queso Cremon - 200 gr.
Palta - 2 unidades
Mostaza - 1 cucharada chica
Limon - 1 unidad
Salsa Tabasco - una pizca
Lechuga Capuchina - 1/2 unidad
Masa de tarta criolla - 2 unidades chichas
Sal - a gusto
Pimienta - a gusto
Aceite de Oliva - a gusto
Ajo - 4 dientes
Manteca - 30 gr

Thursday, November 19, 2015

Revuelto de Berenjena y Fideos - Al Final No Salio la Tarta

Con la idea de hacer una receta con acento mexicano compre una masa de tarta criolla que formaría parte del plato. Esa comilona al final no se pudo materializar por la imposibilidad de asistencia del que sería agasajado, por esa arbitrariedades empresariales.

Esto hizo que había que re-calcular, con la mayoría de los ingredientes, no hubo problema, se freezaron o formaron parte de otra historia. Pero con la masa de tarta era un tema, nunca me avivé de que fuera al freezer, así que pasado los días llego su fecha de vencimiento.

Hablando con un amigo, le comento el dilema que tenía de tirar la masa porque se venció, él me convence que si la masa no esta seca todavía sirve. Joya!!! Que salga tarta que estoy antojado.

Parto al supermercado a buscar de que, en la verdulería me tentaron las berenjenas, que me encantan, pero nunca había hecho en tarta. Listo, las Solanum melongenas al chango junto con cebolla y morrón colorado. Como dice el Bambino, la base esta.

Ya en casa, me puse manos a la obra, primero había que cortar las verduras. A las berenjenas primero en rodajas, luego a hacerles un cuadriculado. Las cebollas, no mucha ciencia, en plumas. Lo morrones, más simple todavía, en tiritas.

Aceite de oliva a la sartén y ahí fueron a nadar primero las cebollas y el morrón. El color se lo estaba dando la paprika. Ya cuando se estaban quedando transparentes las cebollas, no se si por susto o por la cocción, se juntaron con la berenjenas. Momento del condimento, sal, pimienta, ají y un toque de molho de cayena para un punch de picor. El aroma me hacía babear.

Tengo una costumbre de tapar los salteados para crear un efecto adicional de cocción al vapor, por lo cual para esto hice lo mismo. De tanto en tanto volvía revolver todo para que no se queme. Ya pasado el tiempo de cocción, era de hora de enfriar todo para pasar a armar la tarta. Así que el relleno se fue a balconear un rato.

Ya estando frío, le agregué dos huevos para la unión y saque la masa de tarta. Cuando la abrí y empecé a despegar una de las tapas. Chan, se me abre en el medio. No importa, esa tapa la mando arriba pensé. Despegando el segundo separador, la otra masa se abrió ya en múltiple lugares, señal de que claramente la masa estaba vencida y había perdido toda elasticidad.

Katrina de chanes, ahora si que no había tarta, eran las más de las 22:00. Mire el relleno, y me dije, no importa todavía sirve, todavía sirve. Abrí la heladera, saque un pedazo de queso Cremón, agregado al relleno en cubos, puse a hervir agua y ya está, problema solucionado. Ahora cambio de menú sale revuelto de berenjenas con fideos. Mientras los fideos se hacían, lo una vez fue relleno, paso de vuelta a la sartén y el calor hizo su trabajo con el huevo al cocerlo (no completamente para darle un efecto medio babé. Listo, apagado el fuego, colado los fideos, la mutación del relleno ya era revuelto, todo emplatado y a comer.

Ingredientes de la Receta


Berenjenas - 3 unidades
Cebollas - 2 unidades
Morrón Colorado - 1/2 unidad
Huevos - 2 unidades
Queso Cremón - 50 gr.
Aceite de oliva -  a gusto
Sal - a gusto
Pimienta - a gusto
Patrika - a gusto
Ají triturado - a gusto
Molho de Cayena - opcional

Thursday, November 12, 2015

Costillitas de Cerdo a la Barbacoa con Papas Bravas - El finde que Pablo Defendió la Tesis

Era viernes, pero no uno cualquiera, era el quinto día de la semana más importante en la vida académica de Pablito, porque si defendía la tesis y le iba a bien se convertía oficialmente en Ingeniero. Si bien todos toman como referencia cuando rendís la última materia, oficialmente uno se convierte en colega de Luis Huergo, cuando tiene la tesis adentro.

Claramente esta historia no arrancaría con tanta alegría si el resultado no hubiera sido positivo. Después de un festejo tibio en presencia, pero fuerte en copete,  Buller  nos vio brindar por el nuevo colega; el flamante ingenieri, pidió un solo requisito. Quería una "Gourmet" antes de volver para los pagos del ombú. La respuesta del comité fue que si por su puesto, pero vamos a tomar unos días para pensar el menú.

Acá comenzó la pequeña mentira piadosa, el comité había decidido previamente agasajarlo con unas costillitas de cerdo a la barbacoa con papas bravas. Pero había que convencerlo de que era la mejor alternativa. Así de poco sonaba en los chats y conversaciones posteriores la posibilidad de las costillitas. Por suerte el menú no le disgustaba, pero había un tema a resolver. El vago quería meter una mantequilla de maní regalo de su hermana. En pos de no bochar la idea de lleno, un miembro del comité, se encargó de buscar posibilidades para la mantequilla. Las recetas que el amigo Google trajo tenían un denominador común: Todas recetas dulces. Así que se estableció como ganador el viejo postulante: Las costillitas.

Domingo a la noche era la cita, temprano dijo Pablito, porque tenía vuelo temprano y algo quería dormir (iluso, como si la comida y los vinos lo iban a dejar). Se accedió al requerimiento.

Ya entrada la tarde, cuando el equipo estaba en condiciones de arrancar, partimos hacia el primer supermercado a buscar las costillitas. Se eligió el del elefantito porque suele tener todo lo que uno busca. Pero esta vez nos defraudo, solo le quedaba un pedacito de manta. Y ahora que hacemos? se escuchó. Una voz sabia respondió: y si vamos al barrio chino? Esa es buena, hay por lo menos 2 super ahí que tienen de todo en cuanto a pescado y cerdo. Fuimos al que Francisquito conocía.
La compra fue rápida. 2 kilos

La Barbacoa, la salsa de tomate congelada y los chiles ya estaban el domicilio, así que lo único que quedaba por comprar eran las papas. Cosa que se hizo camino a la sede.

Ya dentro del cubil, se ordenó la mesada y el cocinero del día, il chef Gino Arecio comenzó a desplegar los utensilios para comenzar a crear. Primero, calentar el horno, así que el fósforo, el gas y el oxígeno se combinaron para dar origen a la combustión que calentaría el mismo. Se salpimentaron las costillas mientras se preparaba la salsa de tomate.

Pim pam pum, con la parte de las costillas propiamente dicho hacia arriba, fue el cerdo al horno; la idea era un golpe de horno fuerte para sellar, y después a fuego medio. Pero antes de bajar el fuego, había una tarea importante: descorchar el Chardonnay. Ya con las copas en orden, se procedió a pelar las papas y cortarlas en cuña. Con sal, pimienta y oliva, quedaron ellas puestas en la fuente esperando su entrada al horno.

Era turno de armar las 2 cosas que elevaban las simples costillas con papas a un nivel superior. Tener lista las salsas. La de barbacoa para pincelar el cerdo cuando sea su momento y la salsa picante para embravecer las papas cuando salgan del horno.

Cómo hacemos? ni siquiera fue una pregunta de desconcierto sino que cuando uno cocina, suele preguntar qué le parece al resto una determina acción para buscar el aval o simplemente para ver si no hay una forma de hacerlo mejor. En este caso era la primera opción, así que todos coincidimos en que primero teníamos que abrir la conserva para ver con que nos encontrábamos, llevar 3/4 de la salsa y los chiles a fuego lento de manera que se reduzca y posiblemente condimentar para agregar sabor. Por favor que hermosura que eran esos chipotles en escabeche, con su picor justo. Degustamos un par sobre unas tostadas y el resto fue a parar al mixer. Una vez que se estaban reduciendo, solo faltó un poco de sal, porque el condimento de la conserva estaba justo.

A la barbacoa, que en este caso la elegida era una Heinz Spicy, se la diluyo también con el restante de la salsa de tomate y quedo a la espera del cerdo para que la brocha se bañe en su líquido.

Ya no quedaba más que esperar, así fuimos a balconear y terminar el vinito. Cuando pasaron unos 40 minutos, fue hora darle la primera mano a las costillas, volver al horno unos 20 minutos. Pasados esos 20 era hora de descorchar otro y de paso a la cocina, dar vueltas las costillas, pintar el otro lado y colocar las papas para que se hagan compañía.

Cuando pasaron los 30 minutos que marcaba el reloj de pulsera del cocinero, mientras se le daba una capa más para que queden bien húmedas las costillas, las papas salieron triunfantes del horno directo a recibir su baño de bravura. Era hora de comer. Un pequeño debate de presentación y la decisión final la tomo el chef en base a una sugerencia de cortar las costillas de forma individual dado que te da la posibilidad de jugar con el plato. El dibujo lo eligió él y su otro yo. Ahora ya solo quedo sentarse en la mesa y matar todas las unidades que había dado que estaban para chuparse los dedos (cosa que finalmente sucedió al utilizar las manos). Así Pablito se fue con la tesis en el bolsillo y con la panza llena, por  también con el corazón contento.

Ingrediente de la Receta


Costillas de cerdo - 2 Kilos
Barbacoa - Medio pote
Salsa de tomate - 500 cm3
Chile Chipotle en escabeche - 1 lata de 220g
Papas - 1 kg.
Sal - a gusto
Aceite de Oliva - a gusto
Pimienta - a gusto

Thursday, November 5, 2015

Tapa de Asado sobre Colchón de Verduras Coronadas con Papas Españolas - Que Manera de Transpirar ese Asado!!


Esta historia no es tan nueva, todavía Pablito vivía en Buenos Aires, pero es digna de contarse, no tanto por su humor o por su complicada elaboración sino porque fue el puntapié de muchas recetas a cocción lenta que marcaron este invierno (para los que lo leen este post en otra fecha estamos hablando del 2015).

Para no faltar a la verdad, antes de realizar esta receta, ya habíamos comido en la residencia de calle Quirno Costa lo que los chicos denominaron un vacío rosticero. Aunque seguramente ya muchas veces lo había probado antes, esa fue la primera vez que me percaté de la sutil diferencia entre que salga asado solo al horno, con la posibilidad de hacerlo junto con las verduras de manera que salga más "jugoso". En esa oportunidad mientras comíamos salió de una charla lo bueno que quedaría si en vez de hacerlo de forma regular o estándar se le aplica una cocción lenta.

Para ser sincero, esa charla termino solamente en un gemido del estilo uuhhhh con tono a glotón. Pero como suele pasar, la mente almacena y utiliza la info que tiene cuando es necesaria. Y fue esto lo que paso cuando estábamos enfrente de la carnicería del supermercado que te conoce y ante la falta de opciones evaluamos la posibilidad de llevarnos una tapa de asado. Si bien sabíamos que esa noche no íbamos a contar con una parrilla, tan mal no podía quedar al horno. Al comentario de que por ahí no era una buena opción ya suele ser una carne con carácter chan, salió del cajón de los recuerdos ese vacío rosticero. Ya está lo hacemos cocción lenta, total son las 18:00 hs para las 22:00 comemos... (ese ávido lector que está pensando que es mucho tiempo, ya verá que en 4 horas al mínimo, queda una manteca). Mirada al carnicero y "Llevamos la tapa entera así como está".

Pasamos fugazmente por la verdulería y sumamos, los morrones, cebollas, zanahorias y papas. Salvo las papas, el resto de las verduras iban a tener destino de colchón.

Una vez en la cocina, desarmamos los paquetes y comenzamos con la preparación. Mientras el horno se precalentaba, cortamos las verduras de la siguiente forma: Las cebollas en plumas, las zanahorias peladas en rodajas y el morrón colorado en tiritas. Con todo esto en una bandeja onda, procedimos a armar la cama rociando el fondo con aceite de oliva, colocando todas las verduras cortadas y mezcladas, rociando todo de nuevo con aceite de oliva y condimentando con sal y pimienta.

El paso siguiente fue simplemente salpimentar la tapa de asado, que como bebe recién nacido, fue colocado encima de las verduras, no porque fuera necesario hacerlo de esta manera cuidadosa, sino porque le daba un tinte de suspenso y a la vista de los comensales era como pre-saborear el resultado. Paso siguiente, con el papel aluminio cubrimos todo el molde dándole un par de vueltas de manera que ni el aire se escape.

De ahí derecho al horno, primero unos 15 minutos a fuego fuerte para sellar aunque sea algo la carne e inmediatamente después la clave (si es que existiese alguna) es bajar al mínimo y dejar cocinar tranquilo en sus jugos todo por unas 2 horas y media más mínimo. Nosotros lo dejamos 3:30 porque queríamos que se deshaga completamente.

La pregunta a continuación fue que carajo hacemos 3 horas!!! Bueno y nada, hablamos al pedo y tomamos un par de tinto por al menos 2 horas. ya pasada esa hora, alguien agarro la compu para revisar su estado de facebook y para que no se pierda la mística empezamos a debatir la guarnición. En un principio las papas iban a tener destino de puré, pero un comentario a término hizo que barco virara y llevase a las papas a otro destino: unas papas españolas.

Ya faltando una media hora para sacar la carne, se puso a calentar el aceite, cuando estuvo para pelar giles, comenzamos a freir las rodajas de papas previamente cortadas. Dado la cantidad esto se hizo en dos tandas. El tiempo que solemos darle a las papas en el aceite varia con el grosor, pero el punto es cuando estan bien doradas y tiernas, y con menos de 7/8 minutos esto no se logra con la temperatura que agarra con las cocinas hogareñas. Para que no se enfiren las papas de la primera tanda estas fueron a parar al horno. Un técnica ya empleada para nuestro amigo Mario en otra comida para secar papas fritas.

Ya era hora de emplatar cuando la segunda tanda de papas estaba por salir, la opción podía ser la clásica: carne en el centro de un lado la guarnición de verduras y del otro lado la de papas. No estábamos para emplatar tan simple, así que pensando en la dimensión  de la altura, la decisión paso por hacer una torre con las verduras y la carne coronando el plato con las papas españolas. Pero para hacerlo primero había que la tapa del horno.

Para este paso todos se acercaron como si estuviera por nacer una celebridad, se abrió parte del metal para observar cómo había quedado todo y ahí nomás se escuchó: "Mira la cantidad de líquido que largo", ahí las miradas cómplices se cruzaron. si si, es "Agua"...

Hora de armar la torre, un poco de verdura en el centro, dos porciones de carne encima y como si fuera un girasol, se coronó con las papas españolas el fortín. Que más decir, espectacular como se deshacía sin necesidad de usar el cuchillo

Ingredientes de la Receta


Tapa de Asado - 1,5 Kg.
Cebollas - 3 unidades grandes
Morrón Colorado - 1 unidad
Zanahoria - 3 unidades
Papas - 4 unidades
Aceite de oliva - a gusto
Sal - a gusto
Pimienta - a gusto

Thursday, October 29, 2015

Carre Braseado a la Leche con Papas Bouchon - Noche Gourmet que se Dejaba Desear

El gordo ya venía amagando con una noche gourmet por un par de semanas. Necesitaba de un receta de estas características para poder volver a disputar el podio (en los juegos del hambre, se obtienen puntos por calidad pero también por cantidad) ya que estaba perdiendo terreno ante otros contendientes, así que antes de que comience la semana me pidió la piedra de afilar porque quería retocar su cuchillito de desposte, sin querer dar más detalle.

El filo tenía que estar como para afeitar porque no había lugar para el azar. Mientras lo pasaba por la piedra, cual hachero, se dejo llevar por el pensamiento del plato y un esfuerzo mal aplicado, y un error en la fabricación, se juntaron y quebraron el primo del bisturí. Lo que no se requebrajo fue su moral, ahí nomas mail a la marca y un par de días después tenía su reemplazo listo para arrancar con la tarea.

De esta manera, con los ingredientes ya comprados de ante mano, Gino empezó a tomar control de lo que prometía ser una noche de cocina francesa (cosa que nos fuimos enterando en el correr de la noche ya que el chef no develaba la receta que tenía reservada).

Como todo estaba teñido de un secretismo absoluto, la receta que tenía planeada comenzaba a tomar forma en nuestras mentes a medida que sacaba ingredientes y utensilios.

El primer elemento en salir a la cancha fue un molde corta masa, normalmente usado para dar forma, pero hoy tenía destinado otra tarea: la de dar forma a las papas bouchon, y como su nombre lo indica, la papas "corcho" daban el puntapié a descorchar el primer tinto.

Sacar las papas en forma de “corcho” no fue tarea fácil; primera vez en la noche donde se demostró que lo que se ve en la tele y lo hacen parecer tan fácil, en realidad no es tan así. Después de un corte de dedo y casi una tendinitis, salió la primera, el resto fue más fácil.

El otro corcho que salió después fue el del Pinot Noir, un color rubí hermoso, incitaba al desenfreno, pero era miércoles y la idea era solo disfrutar del conjunto de los sabores.

Las papas fueron a parar a una olla con un caldo y medio kilo de manteca que las cubría y una  hoja papel manteca por encima formando una suerte de eclipse papal... para para para, volvemos un paso para atrás Medio kilo de manteca dijiste!!! Que???...y si padre, es francesa!!! Y si no le sobra manteca por todos lados la receta no habla ese idioma.

Gino había comprado dos carres de cerdo por miedo que uno no tuviera lo suficiente para meter show, así observó minuciosamente ambos y elogió el que tenía mejor pinta de antemano para la presentación que tenía pensado y  ahí nomas arranco con el arte del deshuese, AHHH  detalle clave el carre era con hueso!!! Que cuchillito tan espectacular para despostar que estaba estrenando!! Después de buscar todas las coyunturas, fue dándole la forma deseada, una que al pasarle los dedos sobre las costillas separadas, lo hacían sentir como si fuese el mismísimo Frédéric Chopin pasando sus manos sobre las teclas.

Como chillaba el cerdo cuando tocaba la manteca! La clave acá según el chef estaba en sellar bien la carne para que no pierda los jugos. También fueron a parar a la manteca los huesos que no formaban parte del teclado, porque todo lo que sueltan en la cocción le agrega sabor!!! Completo, nada de dejar algo a la suerte.

Ya sellado, era hora que el carre toque la tabla para su preparación final. Una, dos, tres... cinco hojas de salvia fueron a parar al desgrase, con un par de dientes  ajo y un susto de vino blanco y limón, para que aporten un sabor único a la carne. Después de lograr ese déglace con los jugos del cerdo, la salvia, y limón y el vino blanco, el cerdo condimentado volvió a la asadera para continuar con una inmersión en leche (como solía frecuentar cleopatra) aromatizada por todos estos sabores que se venían juntando.

Que belleza era ver como todo el caldo y la mantea se había evaporado para dar lugar a unas papas bien cocidas, con un sabor dado por la absorción de la manteca, pero firmes. El toque de manteca que quedaba en el fondo fue suficiente para darlas vuelta y dorar sus copas (la presentación siempre es importante).

Para este momento, si bien la leche no se había evaporado completamente, el carre estaba listo para ser cortado y se presentado. Como toda obra, el final tiene que ser digno de la trama. Este no fue la excepción. Cortes quirúrgicos dieron lugar las porciones de carne; una magistral habilidad con las pinzas dieron su lugar estrella a la guarnición en el plato y voilà: Le plat a été présenté.

Ingredientes de la Receta


Carre de Cerdo con Hueso - 1/2 kg.
Leche - 1 l.
Salvia a gusto (4 o 5 hojas)
Ajo - 3 o 4 dientes
Jugo de limón - 1 taza 
Vino blanco - 1 taza 
Sal - a gusto
Pimienta  - a gusto
Aceite de oliva - a gusto
Manteca - 600gr
Caldo de Verdura - 1/2 l.
Papas - 1/2 kg. 


Thursday, October 22, 2015

La Fugazzeta Rellena de la Muerte - Es Fácil, de Todo un Kilo

Una de las grandes debilidades de la era actual en torno a la pizzas es la Fugazzeta rellena, si bien hasta el momento la que hacen en el Cuartito no presenta rival a mi entender, ya veníamos haciendo un par de intentos para hacerle sombra lo más posible.

Este era el intento número tres desde que nos pusimos la meta de hacer la fugazzeta rellena perfecta adaptado a nuestro paladar. Puesto en otros términos, esto significaba lo más bomba posible.

Si bien, la decisión de hacer la fugazzeta fue anterior,  esta historia, como la mayoría del Jardín, comienza en el supermercado.  La razón es simple, aquí fue donde se debatió el fino balance de las proporciones que llevaron el nivel de la pizza a ser épica.  

La parte de la masa ya medio que la teníamos clara, el tema pasaba por el tiempo de horno y temperatura, las proporciones de ingredientes de las masa checked. Lo que no nos dejaba del todo satisfechos eran las proporciones de queso y cebolla. Mientras cargábamos los tubos marrones de la cerveza verde dentro del chango (No vale la pena mencionar el número exacto ya que es anecdótico), tomamos la decisión de mantener el número de la proporción simple: DE TODO UN KILO. Como?????

Si, un kilo de harina, un kilo de queso (más específicamente 800gr de Mantecoso 200gr de Sardo) y un kilo de Cebolla. Si bien con el kilo de harina sale más masa que para la fugazzeta, es costumbre hacer un kilo y la masa que sobre se hace pan.

Ya en la cocina, comenzó el ritual de la masa, las 500 cucharadas de 1cm3 de agua tibia a menos de 40 grados recibieron la levadura desgranada que se disolvió y fermentó con la cucharadita de azúcar que ayuda. Corona de harina, tres cucharadas de sal, manteca y a verter el agua y comenzar con la masa. La sobamos lo suficiente para que quede bien lisa, de manera que una vez cocida este bien esponjosa. Ahora a copetear mientras duplica su volumen.

Entretando se levantaba la masa y tomábamos uno (ponele) de los tubos, a las cebollas cortadas en plumas las apagamos con agua caliente (si cuando leíste apagar pensaste en un interruptor, tu nivel gourmet esta debajo del Super Saiyajin). Esto va en contra de la premisa de “lo más bomba posible” ya que lo apropiado hubiera sido, como siempre nos recrimina nuestra amiga Sally, saltearlas en manteca. Pero bueno, la costumbre siempre ha sido la de apagado por lo cuál esta vez si se respetó la tradición pizzense.

Ya con la masa leudada, pasamos cortar 2 porciones de masa, la que iba a parar la parte de abajo, un poco más generosa ya que usamos parte para el repulgue. Que, es como un calzón? NO!!! pero igual sale repulgueSobre la parte inferior de la masa que estaba en la mesada, fueron a parar los 800gr de queso cremoso, y 300 gr aproximademente de la cebolla., la tapamos cual tarta con una masa super fina, hicimos el repulgue y con mucho cuidado la pasamos a una bandeja para que levante unos 20 minutos más. Puff que calor que hace con el horno prendido, sale otro trago.

Antes de ir al horno, marche el resto de la cebolla encima, el queso sardo rallado, oliva, sal y pimienta. A esta altura, la baba que caía eran las mismísimas cataratas del Iguazú.

La clave que detectamos fue que para que no se seque la masa le teníamos que poner el horno a temperatura media y darle un poco más de tiempo en el horno. El tiempo medido fue según el cronometro atómico de muñeca, unos 30/35 minutos.

Ya era hora de comer, no se podía esperar ni un segundo más. Sacamos la Fugazzeta, un poco más de oliva encima el agregado del orégano y Ají; y nada más… a pasar por las manos de la cuchilla. Al crujido de corte lo precedió el éxodo de queso del interior, cual lava… Mesa, vaso hasta el copete y HOLA BEBE!!!.

Ingredientes de la Receta


Harina 0000 - 1 kg.
Levadura - 25gr
Agua - 500 cm3
Sal - 3 cucharadas
Cebolla - 1 Kg
Queso Cremoso - 800 gr
Queso Sardo - 200 gr
Pimienta - a gusto
Aji Triturado - a gusto
Aceite de Oliva - a gusto

Thursday, October 15, 2015

Vaquilla Con Cuero - El Agasajo a la Flamante Contadora

Estábamos ya subidos en Panamericana, recién dejando la General Paz, camino a recorrer los 520 km que nos separaban de una vaquilla de 220 kilos, esa hermosa Braford que una vez cocida resultaría ser una manteca. Pero para que eso pase había que pasar por varios estadios. No solo me relamía por lo que íbamos a degustar, sino también porque iba a asistir en carácter de invitado (no opinar en ni un solo aspecto del ritual te hace relajar).

Ya para cuando llegamos a tierra santa (léase La Paz Entre Ríos) Pablito, que hacía 24 horas que estaba de viaje, no veía la hora de mojar el garguero así que ahí nomás descorchamos una mientras Gino terminaba de arreglar como iba a ser la logística del fin de semana. Para nuestro beneficio Mario y Ricardo ya tenían todo cocinado, faltaba solamente la mano de obra calificada barata que ayude a hacer realidad lo que dos tremendos terratenientes habían diagramados en sus cabezas.

Una vez que los cuerpos estaban hidratados, había que arrancar con el primero de los dos días que lleva el ritual la vaquilla: La carneada y el marinado.  Ya había vivido en otras oportunidades la faena, así que me uní al séquito recién para la preparación del adobo y el marinado de la bestia.

Danielito acabada de llegar de Buenos Aires para cuando los cucharones del “mejunje” estaban alcanzando la carne, y como todo neófito, se vino la pregunta: Que tiene ese condimento, para lo cual Ricardo con toda paciencia, procedió a indicar como lo hace entre 10 y 20 veces por año:

Lo que te voy a decir es para cada 100kg de carne: 1 Kilo de Mostaza, 1 litro de Vinagre de Manzana. 1,200 kg.de Sal entre fina. 50 grs, de Pimienta Negra. 25 grs.de Aji molido. 1 Lt de Aceite Natura de Girasol, picar 10 cabezas de Ajo y procesar, luego con la minipimer batir para que ligue bien, por ultimo, agregar 2 botellas de vino blanco y 2 litros de agua mineral, dejar macerar el adobo.

Lo único que quedaba para terminar la noche era que Mario queme la parrilla, metas las achuras y que José Cornalo cuente alguna historia. Cuando esto sucedió, el primer día estaba terminado, faltaba acostarse, tapar la carne para que se acentúen los sabores y esperar el nuevo día.

A eso de las 10 de la matina me apresenté en el predio, ya había pasado 3 horas desde que se había prendido el fuego, 2 horas y 15 minutos desde que se busco en animal y se la trasladó con la ayuda de grande valores a la parrilla, 2 horas desde que la bestia que había pesado 220km y que ahora pesaba 100 km,  se había acostado boca arriba como si fuese a tomar sol, 1 hora y 45 minutos desde que se la hubiera cubierto con chapas y brasas en la parte de arriba para que el efecto horno haga su labor.

En cada uno de estas etapas se realizó el tradicional parate para hidratar el cuerpo con un trago de vino, ya que en todo evento de estas dimensiones, la única forma de realizarlo correctamente es con un brebaje de por medio. Así que desde ese momento la vaquilla quedo sobre la parrilla a la mitad del estribillo de Candy, solo con chapa arriba, mientras se cocinaba.

Por favor lo heladas que estaba la cervezas, mientras la grasa y el aceite se calentaba para freir las tradicionales empanadas de carne de Mirta (las mejores lejos), la latas desfilaban de la heladera a la mano, de la mano a la boca y de ahí al cesto. Todo eso en menos 10 minutos.

Después de mangiare 4 empanadas sin aceitunas (las que especialmente nos hace para Gino en primer lugar y para mí), se escucho el grito de que la vaquilla ya estaba para ser cortada. Todo el mundo salió corriendo a las mesas a ganar lugar (como si alguien se iba a quedar con hambre), mientras un par de nosotros fuimos a la parrilla ayudar en el traslado. Mario y Gino ya estaban parados sobre la cama de metal  mientras cortaban una media res, la cual a su vez fue pa
rtida en 3 partes y ahí sin escalas al quincho, donde la vaquilla que ahora pesaba 80kg fue recibida con aplausos y gritos de algarabía en favor de ambos, los parrilleros y de Mara que era la agasajada.

Un pedazo de lomo, un pedazo de barriguera, uno de asado, otro de barriguera nuevamente y así sucesivamente hasta no poder comer más… que deleite, no podíamos para de comer y brindar por la flamante contadora. Ya quedará para otra historia las anécdotas que marcaron una tarde inolvidable en manos de unos hermosos personajes.

Ingredientes de la Receta


Vaquilla - 100 kg.
Mostaza - 1 kg
Vinagre de Manzana - 1 lt.
Sal entre fina - 1.2 kg 
Pimienta Negra - 50 gr.
Aji molido - 25 gr
Aceite Natura de Girasol - 1 lt
Ajo - 10 cabezas
Vino Blanco 3/4 - 2 botellas 
Agua Mineral - 2 lt.

Thursday, October 8, 2015

Gnocchis Rellenos de Muzarella Ahumada - El Debate Multi-Salsa

Si hay una cosa que un descendiente de italianos (1/4 de sangre que empuja como un 100%) le gusta cocinar para hacer alarde de su ascendencia es la pasta. Lo primero que se viene a la mente cuando hablamos de pastas pueden ser los tagliarinis, fettuccines o raviolis, pero resulta que se estaba haciendo fin de mes, y aunque no era exactamente 29, había ganas de comer gnocchis, o en mero criollo ñoquis.

No recuerdo bien si era un Martes o Miércoles, pero lo que importa es que ese día, los comensales estaban temprano en casa, con lo cual me acompañaron a hacer las compras. De camino al supermercado vimos una casa de pastas y unos de los chicos, puede ser que haya sido Mario, se le ocurre la siguiente mejora al menú: Y si en vez de los tradicionales, hacemos gnocchis rellenos?.

Yo lo miré perplejo, pensaba que me estaba gastando así que respondí con una gastada, pero al segundo vi que era cierto, Gino se sumó al debate y entre los 2 me mostraron (con palabras) que los gnocchis de ese estilo eran como una pelotita donde en el centro estaba el relleno y que el clásico era de muzzarella. Challenge Accepted.

Ya para esa altura estábamos dentro del super, pasamos por la góndola de los quesos y mientras unos de los chicos se propiciaba a manotear el queso, justo 2 estantes por encima, estaba EL RELLENO. Muzzarella ahumada, la mire, nos miramos, fue instantáneo, la agarré, se las mostré al séquito y se escuchó un Sssiiiii terrible!!! es más con una salsa de hongos y verdeo va a quedar de 10. Mario puso cara de no estar convencido de la opción de la salsa y agregó: A mí me cae el mail el verdeo, yo quiero salsa roja. Para lo que para muchos puede ser una estupidez, para nosotros en ese momento, tener que decidir entre las 2 salsas era parecido a un debate sobre el cambio climático en Naciones Unidas.

El debate, con exposición de todas las partes involucradas, continuó durante todo el trayecto desde la góndola donde estábamos hasta la verdulería. Ya cuando llegamos al final del recorrido, la decisión final fue salomónica. Chau hacemos las 2 salsas y fue. Cargamos los ingredientes necesarios al chango, a la fila y de vuelta a casa, había que cocinar charlar y degustar. La noche recién arrancaba.

Ya en la cocina, el proceso para hacer los gnocchis arrancó de la misma manera que los tradicionales, poniendo a hervir la papa. Es más, todos los pasos de la elaboración de la masa son idénticos a los tradicionales, la diferencia iba a radicar en la formación de cada ítem a partir de esta. Ya cuando los huevos, la harina y las 3 cucharadas de sal habían hecho del puré una pasta, pasé a armar cada gnocchi. Tengo que reconocer que armar el primero no tardó tanto como esperaba, resulto que era muy fácil. No era más que poner en la mano enharinada, la masa chata, colocar en el centro el cuadradito de queso previamente cortado por el asistente de cocina de turno, cerrar el puño para cubrir el relleno y luego hacer con las 2 manos los movimientos circulares que no enseñaron en el jardín de infante para hacer bollitos de plastilina, en este caso para hacer el bollito que resultaría ser el gnocchi relleno.

Si bien el proceso de hacer uno es fácil, hacer toda la tanda lleva tiempo. Por eso se aprovechó este tiempo para que entre las charlas, los que se ofrecieron a ayudar, tomaran el trabajo de cortar todos los ingredientes de lo que iban a ser las dos salsas.

Cuando estaba a punto de terminar con la tanta, se puso a calentar el agua para hervir la pasta. Un rato antes de tirarlos a nadar, en la sartén honda de la derecha, los hongos y el verdeo se contraban con la manteca y en la de la izquierda, la cebolla y el morrón chillaban con el oliva. Esa no fue la única diferencia entre las 2 sartenes. Una luego una recibió un baño de crema y la otra el tomate triturado que se cocinaría para dar forma final a la salsa roja.

Para cuando las salsas estaban casi listas, los gnocchis ya estaban casi cocidos. Cabe destacar que el proceso de cocción dura un poco más ya que son más gruesos y lleva más tiempo que toda la masa se cueza.

Cuando la pasta estuvo lista, se volvió a repasar que comensal iba con que salsa, se emplató, se llevó el queso a la mesa y voilà, ya solo quedaba disfrutar de la comida y dejar como un recuerdo el debate multi-salsa en el supermercado.

Ingredientes de la Receta


Papa - 1 Kg
Huevos - 3 unidades
Harina - 400 gr
Muzzarella Ahumada - 200 gr
Sal - 3 cucharadas
Champignones - 10 unidades
Verdeo - un atado
Crema - 250 cm3
Cebolla - 2 unidad
Morrón Colorado - 1/2 unidad
Tomate triturado - 500 cm3.
Pimienta - a gusto

Thursday, October 1, 2015

Riñones a la Provenzal con Puré - La Cena Post Mudanza

No era un domingo cualquiera, era el día que ayudábamos a Mara a mover el millar de zapatos y otras cosas a su nuevo destino habitacional, si era día de mudanza.

Había que poblar el depto nuevo con las pertenencias de la nueva inquilina, después de varias semanas donde se hizo casi a nuevo. Que bien le vino la lavada de cara.

Una vez terminada nuestra tarea (habíamos llegado al acuerdo de ofrecer nuestros servicios de fleteros; acomodar y ordenar estar fuera del convenio), acompañe a Gino al super a hacer las compras, ya que se había ofrecido a brindarles a sus hermanas una cena familiar, elaborada por sus manos, yo en cambio tenía otros planes con la guitarra en casa más entrada la noche.

Estando en el super, me comenta al pasar: A vos que te gusta el riñón, no sabés lo que me pasó, descongelé dos pensando que era carne picada (u otro corte en este momento se me hace una laguna), pero resultó que eran riñones y chan, a mi como que mucho no me copa... los querés? 

Claro que si!!! Decía Capusotto en Todo x 2 pesos... por ahí es mucho, pero bueno me los llevo igual, ahora cuando volvamos los vemos.

El changuito ya estaba estacionado en la verdulería cuando la idea cayo. Ya está, el domingo de mudanza se cierra con unos riñones a la prove con puré.

Teniendo eso en mente, me tomé el atrevimiento de cargar entre las verduras un atadito de perejil (lo único que no tenía en casa). Loco, me lo vas a cobrar??? a donde quedaron esas épocas donde el verdulero te ponía el perejil en la misma bolsa con las cosas que habias comprado más o menos porque era como un yuyo... ahora chan, te lo cobran...

Bueno no importaba, ya tenía la idea fija, así que dámelo igual, acompañe a mi amigo a la casa, bajamos la provista, cargue los riñones, el perejil y me dirigí a casa.

Una vez en mi cocina, la tarea era bastante simple, corté los riñones en rodajas, los puse a marinar en limón y puse el agua para el puré a calentar y ahí nomás en el medio sonó With or without you de U2. Deje instantáneamente todo porque quería tocar ese tema, 2 pasadas que casi llegan a ser decentes y de vuelta  la cocina.

Corté el perejil y el ajo, y los reservé a un costadito en tupper chiquito con aceite de oliva. Corté las papas y sin escalas a la olla. Era hora de que los riñones fueran al horno (no quería saltearlos para no invadir toda la casa con su aroma).

Las papas estaban listas, con leche y la manteca del bowl, arranque a hacer el puré con las papas recién coladas. Para cuando estaba a medio pisar, me di cuenta que me había pasado un toquecito con la leche, no importa tiene arreglo, tiene arreglo. Corté un poquito de sardo y listo, ya tenía consistencia.

Abrí el horno para pispear los riñones, belleza, los saqué un toque, la mitad de la provenzal encima y de vuelta al horno 5 minutos más. Cuando el tiempo se hizo, puse el puré a calentar al microondas y comencé a emplatar, simple, principal de un lado, acompañamiento del otro. 

El resto de la prove a dónde fue? SI!!!! encima de los riñones!. 3 cucharadas de puré después, el plato está listo para llevar a la mesa, pero antes, para darle un poco de color, espolvoree con nuez moscada el puré. Ahora sí a disfrutar del platillo.

Ingredientes de la Receta


Riñones - 2 unidades
Papas - 1 unidad
Perejil - 1/2 atado
Dientes de Ajo: 6 dientes
Leche- un toque
Manteca -  una cucharada
Sal -  a gusto
Queso Sardo Rallado - un cubito
Nuez Moscada - una pizca

Thursday, September 24, 2015

Ravioles Neri de Salmón con Salsa de Gambas - El Plato que Paró el Exceso

La semana venía complicada, finde previo lleno de excesos gastronómicos, comidas fuera de horario, siestas largas, noches donde abundaba la materia grasa, pero una promesa are una promesa, la semana que se venía, habia que hacer los ravioles neri de salmón.

Era otros de esos martes, donde ya me encontraba en casa desde temprano, ya había vuelto de correr y me sobraba el tiempo, que se traduce en: nadie te apura.

Mmm hay que arrancar, y lo primero para hacer era el relleno, porque si por esas cosas de la vida (nada que ver con el tema de Eros) me llevaba demasiado tiempo o simplemente el suficiente para que la masa quede seca, el armado de los cuadrados que formarían  los ravioles se iba a poner un poco complicado.

El salmón ya estaba listo para ser procesado, producto de una decisión temprana, dejamos a la naturaleza para que haga el trabajo de descongelamiento y no utilizar el micro-ondas.
Con el filo de la cuchilla recién afilada, el rosado file fue encontrando su forma intermedia (cuadraditos) que dieron paso luego a una pasta cortesía de la minipimer.

Junto a la progresion de acordes (Em, F, Gsus y C) que marcaba Drugs don't work de The Verve, los ingredientes Cibulette cortadito, Huevos, Port salud untable y Queso crema hacían lo mismo y se iban juntando con el Salmón, celebraban la pieza musical compuesta por Richard Ashcroft.

Me decidí a condimentar, sal y pimienta? si solo eso, pero con una salvedad, en el momento de buscar la negra, vi el tubo de ensayo donde están los granos de pimienta jamaiquina (pimienta de granos grandes).... me acorde de que había una forma de triturarla usando un mortero... que según Gino, el termino proviene del frances y se llama mignonette.

Asi que despues de "mignonettizar" la pimienta, esta fue junto con la sal a parar al relleno. con la ayuda de una cuchara mezcle bien todo, probé el relleno. Espectacular pi pi. Primer indicio que todo marchada OK.

Después de condimentar, era hora de ponerse manos en la masa (nunca tan literal).
El ritual básico es super conocido, harina, huevos, agua, sal...PARÁ, PARÁ, PARÁ.. esta masa es Neri!!! o sea que hay que usar la tinta de calamar.

Pero a esa altural la pregunta era, que onda la tinta negra, la gran pregunta que me paso por la cabeza cuando estaba abriendo el sobre que fácilmente cumplía medio año en la alacena.

Después de sacar la primer ampolla (el paquete trae 2) me pegué una desilisuion bastante fuerte te diría, para mi sorpresa, la tinta parecía deshidratada. Al toque buscar si no estaba vencida, que mal humor me estaba agarrando. Resultó que no estaba vencida, y que la tinta es más una "pasta" de tinta de calamar.

Con mucha desconfianza volcamos la pequeña ampollita que en la inmensidad de la masa se sentía como el mismísimo calamar en su habitad donde fue ordeñada (si ya se que no se ordeña el calamar, pero alguien pudo imaginarse a un pescador ordeñándolo, genial!!!!). Aceptemos por un segundo que fue así, que fue ordenaño, es como tomarse una libertad literaria.

mmmm no será poco esta tinta, y ahí nomás se fue la segunda ampolla, después de una buen rato de amasado y después de pasar la masa por la pasta linda, las planchas ya habían tomado su característico color negro y mi cara había recuperado su color al ver que todo seguía yendo bien.

Ya con las planchas, lo único que quedaba era ponerlas sobre el molde para ravioles, colocar el relleno en cada espacio, cubrir con la otra plancha, pasar el palote y listo, los ravioles están preparados para ir al agua.

Luego de repetir el proceso de armado de los ravioles hasta terminar el relleno, llego el otro comensal que traía las las gambas (a morir con la salsa también). El agua que ya estaba hirviendo esperaba a los ravioles.

primero con un poco de manteca, salteamos las gambas junto con un toquesito de cúrcuma y paprika para darle un tinte de color amarillento tirando a coloradito, cuando ya estaba listas la reservamos mientras los ravioles con ayuda de nuestras manos iban a nadar al agua hirviendo.

Las gambas volvieron al fuego, un toque de crema, colamos los ravioles directo para ir a la salsa que estaba terminándose, emplatamos y por arriba rociamos con el resto del cibullete cortadito.

Ya no quedaba más, los platos a la mesa y le agregamos un Chardonnay para el maridaje

Ingredientes de la receta


Salmón - 500 gr
Cibulette - 1 paquete
Huevo - 1
Port salud untable - 1 cucharada
Queso crema - 1 cucharada
Mignonette de pimienta Jamaiquina - 10 granos / a gusto
Sal - a gusto
Harina 0000 - 500 gr
Huevos 3
Agua - medio vaso
Tinta de calamar -2 ampollas
Sal - 2 cucharadas
Gambas - 150 gr
Crema - 150 gr
Paprika - a gusto
Sal - a gusto
Cibullete - a gusto
Curcuma - a gusto

Thursday, September 17, 2015

Laminas de Salmón sobre Colchón de Rúcula y Pera, Acompañado de Puré Rústico - La Cena que No Fue


Estando en la tierra del chipa guazú y mientras marinaba un surubí que luego íbamos a degustar (tema para otra historia), entre a pensar como sería mejor forma de estrenar los platos que recién había comprado, y llegue a la conclusión que para hacerles honor, tendría que contener una preparación con 2 partes que se complementen. En mi mente había una torre como el principal y el otro el acompañamiento, y como el pescado llamaba al pescado, arriba de una de las torres tenía que estar el salmón,

Como quien no la espera, vino a mi mente la rúcula (pude ser que el haber estado preparando una ensalada tuvo algo que ver) y de conversaciones previas pinto terminar de redondear el sabor con una pera. Torre 1 lista, ahora solo faltaba encontrarle a la torre con que acompañarla.

Me quede super maquinando que quería hacer ese plato y ya de vuelta en Buenos Aires me pareció que lo que podía a funcionar como acompañamiento sin darle mucha vuelta era un puré rústico. Así quedo establecido el menú. Faltaba lo más importante, quienes iban a ser los comensales.

Como quien no quiere a cosa, hablando con una amiga arreglamos para que el jueves sea el día. Jueves temprano, antes de ir a laburar, pum pam, sacamos el salmón del freezer para que se vaya descongelando. Ya entrado el medio día, mensajes de Whatsapp con gente varias, vuelvo hablar con mi amiga (a quien voy a mantener en anonimato por ahora) me tira la pálida que no puede asistir...Katrina de chanes pasamos de super plan a Invitación fallida, No importa yo quería comerlo igual!!!! Así que manos a la obra.

Después de haberme pasado por agua (léase volver de la pile) arranque a preparar el plato que tristemente iba a saborear solano. Pienso en hacer el salmón a la plancha y viendo como iba a quedar el plato en mi cabeza se me ocurre que en vez de hacerlo entero, podría quedar copado si lo cortaba en tiritas y lo pasaba vuelta y vuelta (literal) sobre la plancha. Eso me iba a permitir manejar la torre más fácil.

Como eso se iba a hacer en un segundo, limpie la papa, cortada en cubos y al agua pato. Mire el agua, mire la cava, mire el agua, volví a mirar la cava... fue me abro un Malbec también.

Cuando las papas estaban listas me propongo a poner el salmón y se me ocurre que el seudo-puré rustico no lleve leche, sino mezclarle un huevo y pasarlo por en la sartén... vamos con esa campeón!!!
Así pase a pisar la papa (no tanto como un puré pero si para que se pueda armar la pasta).

Prendo las 2 hornallas para calentar la plancha doble, pasa un minuto y se apagan las hornallas, repito procedimiento y vuelve a pasar lo mismo. Me agacho para ver el efecto de porque extinguía el fuego y ahí nomás sentí un tirón en la espalda. Dolor fuerte mal, pero ya estaba con la copa preparada y el plato a mitad de hacer, me trague el dolor y seguí firme, pelé la pera, la corté en rodajas y la mande a una sartén con oliva y una pizca de sal, simultáneamente (o casi), arme una especie de hamburguesa de papa que fue a parar a la plancha. En paralelo para soportar la contractura, un sorbo al vino.

Cuando estuvo la papa lista, procedí a armar el colchón, primero la rúcula, encima la pera recién salteada y a esperar. Di vuelta la papa para que se dore del otro lado mientras pasaba las láminas de salmón por la misma plancha, sobre las hornallas que se prendían y apagaban como Lapegüe.

Emplaté lo que quedaba, rocié una punta con un toque de salsa agridulce y voilà, la torre lucía genial, Dispuse el puré al costado, y todo había tomado color como lo había imaginado.

Todo parecía perfecto, salvo por un pequeño detalle, el dolor de la espalda ya era el doble. Miré el plato, con el dolor proseguí a sentarme en la mesa, pero no podía pegar bocado, ya era insoportable. Me paré, me tiré en la cama no podía más, paso media hora y el dolor seguía. Llame a mi doctora amiga Micaela, y después de contar el cuadro directo al Alemán, y así quedo el plato sin su comensal.

Ya a la vuelta, como al Diclofenac hay que tomarlo con algo en el estómago, y ya que estaba jugado le entre al plato frío, seguido un comprimido y a la cama!!

Ingredientes de la Receta


Salmón Rosado - 200 gr
Rúcula - 1 plantita
Pera - 1 unidad
Salsa Agridulece - una cucharadita
Papas - 1 unidad
Huevo - 1 unidad
Sal - a gusto
Aceite de oliva - a gusto

Thursday, September 10, 2015

Colchón de verduras y Papas, Coronado con Bondiola, acompañado dechutney de mango - la visita de Delfi y Berni

Era mediados de Agosto, un cumpleaños, 3 copas vino y una charla sellaron el compromiso de visita de 2 amigos, Delfi y Berni, en un par de semanas. Eso fueron, exactamente , 2 (cabe la aclaración a sabiendas del famoso dicho "cuantos pares son 3 botas").

Quiero crerer que nos vas a cocinar no? Si obvio, menos sería un insulto. Pero para ir pensando el menú, que les gusta comer? 
De todo, pero no somos muy fans del pescado. Que se yo, carne, cerdo

Listo, mi cabeza se quedó con la palabra cerdo. Mmm que hacer, ya está una bondiola. (Vale aclarar que en la fiesta donde estábamos había un carré que de por si es seco y eso ayudo a volcarme hacia algo más "jugoso"). 

La cita quedo establecida para un jueves, y mientras se venía el miércoles intente comprar la carne, no había. Pero compre las verduras que iban a formar el colchón: cebolla, morrón y zanahoria. Si ya la comida iba tomando forma, tenía que tener una cama. 

Ya llegado el jueves, el súper no me decepciono y tenía la bondiola. Pero no solo eso, en una recorrida me topé con unos brotes de alfalfa que tuve que llevar, en mi mente se iba armando el plato. 

A las 18:30 ya estaba cortando las verduras,  y condimentando la carne. Coloque la capa de verduras, pose la bondiola y a continuación como si fuera a arroparla, envolví la fuente en papel metálico, así en el horno todo se hacía a cocción lenta. 

La bondiola que estaba cómoda en su cama de verduras se fue al horno mientras de fondo sonaba "Beast of Burden" de los Stones.

21 llegaron los chicos trayendo regalos. Ya en la mesada estaba el resto de los ingredientes. Qué onda el chutney de mango? Que hace ahí? (Bueno todo tiene una explicación. Bahh todo menos el porque uno se cruza religiosamente un boludo por día.)

Después de debatir si todos los Bernardos duermen 4 horas y si se hacen los sordos para pasarla bien, era hora de terminar el plato, cortamos las papas en rodajas gruesas y cuando el aceite estaba en la misma temperatura que en Renault 12 en pleno verano, se fueron a nadar. 

En 5 minutos, Las papas doradas, fueron  en una fuente al horno con paprika mientras el chutney se calentaba y desvestía la carne.

Ya estaba todo casi en su lugar, a emplatar, primero la cama de verduras, encima las papas sacadas del horno justo para ese momento, sobre todo esto, las porciones de bondiola que se deshacían. La torre de Babel estaba erguida.

Para coronarlo, agregamos el chutney para darle un toque agridulce (vieron que todo tenía una razón) y los brotes rociados con oliva para darle el golpe de gracia.

Que más decir, la mesa está servida y junto con las copas con Malbec se brindó y a disfrutar,

Ingredientes de la Receta


Bondiola - 1.5 kg.
Cebollas - 4 unidades
Morrón Verde - 1 unidad
Zanahoria - 3 unidades 
Papas - 3 unidades
Chutney de Mango - 1 taza
Sal y Pimienta - a gusto
Paprika - a gusto
Brotes de Alfalfa - 3 puñados

Thursday, September 3, 2015

Pastel de Papa - La Noticia de Paternidad de Puchito

Arranco como todo, en una conversación por WhatsApp ya que hace bastante no nos juntábamos con puchito, amigazo que por razones de paz, se mudó a Escobar. Coordinamos para un lunes.

la pulseada por el menú entre una carne al horno y un pastel de papa (conocido por otros como pastel de carne, no voy a explayarme porque es de papas y no de carne!!!) la gano el último, exactamente igual que Halcón mientras activaba el interruptor.

El cronograma era ajustado, pero había que ponerle pilas para hacerlo. Muchos de los tiempos estimados eran justamente esos porque era la primera vez que se hacia este menú. 

Como el tiempo apremiaba fui al super del carnicero Alfredo, y antes de salir pensé en llevar unos envases de pilsen bier ya que a puchito le gusta un copete previo a la comida (como si resto repudiara dicho acto).

Ya en el super comenzó la odisea para que la maquina pueda detectar las botellas Miller. Después de que varios cadetes se hicieran los giles fui a caja central, donde para empeorar las cosas se rompió el controlador fiscal ultimo modelo que tenían. Finalmente llegó un cadete y pude continuar con mi cometido. 

Ya en casa, comenzó el arte de pelar la papa, picar la cebolla y el morrón. Para apurar el tiempo estas 2 últimas cosas la ejecutó Gino.

Entretanto las papas  nadaban en agua hirviendo, las cebollas más el ajo y el morrón se doraban en la sartén, puchito tiro la gran noticia. "Voy a ser papa" mucho abrazo y porsupuesto, salió brindis, no fue el único de la noche. 

A la carne le vas a poner comino? Porque mamá le pone se escucho. Solo basto una mirada para desestimar el comentario. Continúe con el agregado de pimienta, paprika y sal. Luego entro la carne, que se terminó de dorar con más de los condimentos sumado unas cucharadas de azúcar a pedido del flamante futuro padre

Para cuando las papas estaba listas se volvió a escuchar al puré le vas a poner nuez moscada?, ni me digas nada, Porque tu mama le pone. Mira va a ser así, yo al puré lo voy a hacer con manteca leche y crema.

Cuando la carne estaba lista, se debatió un segundo que asadera usar, ganó la rectangular. Después de una mínima duda sobre si la cantidad de puré iba a ser a suficiente para 2 capas, los pibes dijeron dale!!!, alcanza seguro.

Comenzamos el armado en la fuente, capa de puré, relleno de carne (mezcladito un poquito de Cremón), otra de puré (que quedo justo) y arriba para decorar espolvoree canela (un guiño para mi amigazo) ralle los huevos duros y el sardo. De ahí al horno. Solo faltaba poner la mesa, abrir otro tubo volver a brindar y disfrutar del pastel y del notición.

Ingredientes de la receta


Papas - 5 unidades 
Leche - media taza 
Crema - 100 cm3
Manteca - una cucharada
Carne picada - 1 kg
Cebollas - 2 unidades grandes 
Morron colorado - 1 unidad
Ajo - 3 dientes
Huevos - 3 unidades 
Queso cremon - 100 gr
Queso sardo - 25 gr
Canela - una pizca
Sal - a gusto
Pimienta - a gusto
Paprika hot - a gusto 

Thursday, August 27, 2015

Pizza Calabresa y Especial de Jamón crudo, Brie y Tomate Cherry -Livianito así Salimos a dar una Vuelta.

Buenas, como estas Marce todo en orden? Saludo obligado al fiambrero de la vuelta de los Gino, personaje hermoso, hincha fanático de la Academia. Que vas a llevar? Un poco de todo...lo que no sabíamos en ese momento es una compra casi de rutina, iba a decantar el menú de la noche.

Después de que pasara por la máquina, el queso dambo, lomito, bondiola, jamón crudo y otros fiambres para el stock semanal, entre conversación futbolera, del lado de adentro del mostrador sale un Que tal la longaniza calabresa que di la otra vez? Ya en el aire se sentía que era más fuerte que nosotros la tentación e ibamos a volver a llevarla y que el menu iba a tomando forma.

La respuesta de Gino: Muy buenas Marce, cortame 150 con la maquina que vamos a volver a llevar y ya que estamos pasame 150 de Brie que lo quiero probar.

Ya de camino de vuelta, salió una afirmación y una pregunta:
Vamos a tener que pasar por casa a buscar unos envases (todavía estaba tácito el hecho que salia una pizzita) y si... a continuación la pregunta que ya tenía respuesta antes de convertirse en sonido: Por ahí compramos unos cherry y sale una fanta con el brie y el jamón crudo o no?. Listo!!!

Una vez comprados los ingredientes para la masa y salsa. Comenzó el show en la mesada. La levadura empezó a fermentar con esa cucharadita de azúcar en el agua tibia, la sal y la manteca se juntaron con la harina. Y listo no más escudas a comenzar a amasar. Te presto una remera o le vas a entrar con la camisa? Deja con el delantal basta.

Después de sobar más de lo habitual, mis oídos fueron testigos de un "deja la masa tranquila y vení a tomar un porrón". Era hora de dejar que duplique su volumen. A mitad de la leudada Gino se encargó de que la cebolla se dorase y que junto con la sala de tomate formen la salsa

Corto prolijamente  el brie, el jamón crudo y el cherry. Por favor ya se hacia agua la boca.
Cuando la masa estaba, la cantidad alcanzo para 2 pizzas y un pan. Las dos pizzas fueron a parar el molde, después de pintarlas con trazos seguros con salsa   Al horno. Ambas salieron al mismo tiempo para recibir una, el cremon y la longaniza calabresa y la otra solo el cremon y jamón crudo.

Volvieron al horno. Y cuando salieron una ya era calabresa y la otras después del brie, tomate cherry y el toque oliva se convirtió en la especial del sábado. De a camino a la mesa después de dejar su característica estela, lo miro a Gino y me comenta la frase de la noche: Me tomo la pastilla del colesterol y arrancamos!!


Ingredientes de la Receta:


Harina 0000 - 1kg
Manteca - 25 gr.
Agua tibia - 500 cm3
Levadura - 25 gr
Sal - 3 cucharadas sopera
Cebolla - 1 Unidad
Tomate Triturado - 500 cm3
Queso Cremon - 500gr
Tomate Cherry - 100 gr
Jamón Crudo - 100 gr
Longaniza Calabresa - 100 gr
Queso Brie - 100 gr